lunes, 29 de mayo de 2017

Mi parodia

Hace mucho tiempo, una sirena llamada Ariel vivía en su casa. La pobre, como se pasaba el día aburrida ya que su móvil siempre se estropeaba cuando se mojaba, se paseaba con su amigo Floundez un pez amarillo que hablaba (aunque ese mar era un tanto peculiar y, allí, hasta los boquerones hablaban, para que luego digan que todos los peces son aburridos).
El caso, es que, Ariel se peinaba con un tenedor todos los días y estaba acomplejada por su cola, hasta que, un día, subió arriba (no abajo) y se encontró con un príncipe con el que flipó. Y no por su personalidad ni nada de eso, sino, por los músculos de este mientras se bañaba. A Ariel se le escapó un "¡Arrg! ¡Qué guapo es!'' y de tanto gritar, se quedó ronca. de repente, apareció un pulpo gigante que se llamaba Úrsula que le quitó la cola de un tirón. 
Finalmente, no sabemos cómo, Ariel ligó con el principe y fueron felices y comieron boquerones bordes que hablaban.
                                                                FIN

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